Se estima que para el 2050 alrededor del 20% de la población del país tendrá sobre 65 años, lo que posiciona a la vejez como un desafío importante en la formación de futuros médicos y profesionales.
En ese contexto, este reporte se basa en el análisis de las mallas curriculares de seis carreras de casas de estudio pertenecientes al Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch) y en la cantidad de especialistas en geriatría a nivel nacional, uno de los resultados que arrojó la investigación tuvo que ver con que cinco regiones del país no cuentan con geriatras para atender a su población adulto mayor.
Se trata de las regiones de Arica, Tarapacá, Atacama, Ñuble y Aysén, donde al cierre de 2020, habitaban 182.355 personas de 65+.
En ese sentido, el análisis muestra que el número de profesionales médicos con la especialidad de geriatría, por ejemplo, ha aumentado lentamente. Así, mientras que en 2020 se contabilizaban 143 geriatras a nivel nacional, se requería de al menos 329 profesionales nuevos para cumplir con el mínimo ideal.
Asimismo, el estudio evidenció que regiones como las de Coquimbo y O’Higgins, también presentan situaciones complejas, ya que en ellas existe un geriatra por cada 107 mil y 131 mil personas mayores, respectivamente. Esta situación se repite en Los Lagos, La Araucanía, Biobío y Maule, donde la cantidad de personas mayores por geriatra se mueve entre 35 mil y 46 mil.
Por otro lado, dejó en evidencia que las regiones de Antofagasta (27.370), Valparaíso (20.424), de Los Ríos (27.750) y de Magallanes (22.174) tampoco cumplirían con la cantidad ideal de especialistas (1 geriatra por cada 5 mil personas mayores). Mientras que la Región Metropolitana, en tanto, tiene el número más cercano al ideal, con una cantidad de 9.724 personas mayores por geriatra.
El estudio además arrojó que, a nivel de especialidad, si bien el número de geriatras ha aumentado de manera importante en los últimos 10 años hasta llegar a 143 especialistas, incluso con el máximo esfuerzo por parte de las entidades gubernamentales y privadas, es improbable que para 2050 se llegue a contar con los 1.389 especialistas en medicina geriátrica que serían necesarios, considerando los casi 7 millones de personas mayores que vivirán en Chile.
Por ende, “es importante educar a los profesionales actuales y futuros respecto a los aspectos mínimos del envejecimiento poblacional y las implicancias de este fenómeno para las distintas profesiones”, precisa el informe, que destaca que “las instituciones de educación superior se encuentran al debe en la preparación de profesionales en envejecimiento y vejez, aspecto que debe ser drásticamente revisado”, señala el reporte.
La investigación, por otro lado, también arrojó que siete de cada diez universidades que imparten medicina en el país, no cuentan con asignaturas específicas relacionadas a la tercera edad.
La situación de las otras carreras
El estudio también analizó las carreras de Arquitectura, Psicología, Kinesiología, Enfermería e Ingeniería Comercial, dando cuenta que, en los primeros tres casos, la enseñanza específica de envejecimiento y vejez se presenta como escasa, ya que en menos del 17% de las instituciones de educación que forman a estos profesionales fue posible identificar asignaturas relacionadas directamente a geriatría o a la temática de envejecimiento. Por su lado, en las carreras de enfermería e ingeniería comercial, se detectó que en la primera el 100% de las casas de estudios cuentan con asignaturas de acercamiento y directas respecto a envejecimiento, mientras que en el caso de ingeniería comercial el 54% cuenta con asignaturas cercanas y ninguna universidad enseña de manera directa la temática.
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Sobre el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.