Los resultados del “Diagnóstico Metropolitano: Inserción y Situación Laboral de Personas Mayores en las Empresas” de SeniorLab UC
Según datos de la Encuesta Nacional de Empleo (2021) y la Encuesta CASEN (2020) el trabajo de este segmento etario ha sido el más golpeado, llegando la ocupación laboral 60+ al 26.4% en el trimestre marzo- mayo 2021, 2.5 puntos porcentuales más bajo que a la misma fecha del año 2020, esto se suma a una lenta recuperación en el empleo a diferencia de otros tramos de edad, lo que ha conllevado un impacto en los ingresos y por ende un alza en los niveles de pobreza en esta población.
SeniorLab es un laboratorio de innovación social que nace en Chile bajo la necesidad de abordar las oportunidades y desafíos que el fenómeno de la vejez y envejecimiento trae consigo, como por ejemplo, los del ámbito laboral. En este sentido, Paulina Pozo, Directora Ejecutiva de SeniorLab nos cuenta sobre el Diágnostico Metropolitano y el proyecto Empresas con Experiencia para el reporte de “Nuevas realidades sobre el trabajo 60+”.
En realidad, no hay prácticas, el escenario no es bueno. Los resultados mostraron que este proceso de transición hacia construir empresas amigables con la cuestión de la edad y que haya una cultura de solidaridad intergeneracional, la verdad es que eso no se encuentra. Las posibilidades de crear oportunidades laborales decentes y que sean de calidad, son bajas, y son bajas las practicas y las políticas que utilizan las empresas para esto. De hecho, las prácticas que las empresas creen que son importantes, son prácticas que finalmente se consideran porque está la persona dentro de la empresa, que es una persona mayor que lleva generalmente mucho tiempo, y que después cuando está en edad de jubilar y se va de la empresa esa práctica termina.
Otra cosa importante que pasa en las empresas, más del 50% respondieron que la única practica que ellos hacen es orientar en torno a la jubilación, pero no te asesoran en términos socioemocionales, no hay un acompañamiento más técnico o teórico de cómo es el proceso, y en base a eso mismo las prácticas de las empresas que más se repetían es que la persona mayor podía continuar trabajando en la empresa, pero tampoco se le brindaba flexibilidad horaria o eso de tener mayor conciencia de los tiempos en el lugar de trabajo, nada de eso pasaba. Eran muy pocas las empresas que tenían prácticas pensadas para este segmento etario y crear mejores oportunidades como en esta flexibilidad horaria, crear condiciones efectivas y que haya un acompañamiento socioemocional en el proceso de retiro de la empresa.
Lo que hemos detectado es que los prejuicios, la subjetividad y el tema del edadismo que existe en torno a este segmento etario, afecta efectivamente el crear mejores oportunidades laborales.
Dentro de este modelo que estamos construyendo se debiera partir de ser una empresa amigable con la edad, ese concepto lo creamos, de que se generen espacios y condiciones favorables para las personas mayores, donde se valoren sus experiencias.
El principal eje tiene que ver con mirarme yo como empresa con este diagnóstico, y después lo segundo es trabajar con las subjetividades y prejuicios que existen en esta mistificación de las personas mayores. La idea es ir derribando estos mitos edadistas, sensibilizar y concientizar sobre estos temas, porque muchas veces hay prejuicios que son inconscientes, que ni siquiera la gente se da cuenta que tiene respecto de la edad y las personas mayores.
Muchos de esos prejuicios lo vemos ahora con la pandemia, tienen que ver con que las personas mayores no son cercanas a la tecnología, por lo tanto, es difícil tener un teletrabajo. De hecho, nos ha pasado en otros proyectos que uno escucha a las empresas decir “pero ¿cómo voy a contratar a una persona mayor si no sabe usar un computador?”