En padrón electoral: Personas de 60 a 79 años aumentaron 35% entre 2013 y 2021 y se convierten en bloque electoral clave de cara a las elecciones
Según el último reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo:
Santiago, 15 de noviembre de 2025.– El Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo presentó su más reciente reporte, “La voz electoral de los mayores: cómo cambia la participación electoral en una sociedad que envejece“, un análisis sobre la participación política formal de las personas mayores en Chile. El documento destaca que el envejecimiento demográfico se traduce en un creciente peso de este grupo en el electorado nacional, configurando un actor clave en la democracia.
El estudio, basado en datos del SERVEL, reveló que la composición etaria del padrón electoral ha cambiado progresivamente entre 2013 y 2021:
Este crecimiento se refleja también en la participación efectiva: en la primera vuelta presidencial de 2021, los votantes mayores de 60 años sumaron 1.849.866, superando ampliamente a los 1.237.158 votantes jóvenes de 18 a 29 años. La alta participación del electorado mayor se asocia con un fuerte sentido del deber cívico, percepción que supera el 90% en este grupo etario.
Adicionalmente, los datos del SERVEL muestran que, en las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2013, 2017 y 2021, la participación electoral aumenta progresivamente con la edad, alcanzando su punto máximo entre los 65 y 69 años, para luego descender levemente en los grupos más longevos. Por ejemplo, en 2013 más del 69% de las personas inscritas entre los 65 y 69 años ejercieron su derecho a voto; esta proporción fue del 67% en 2017 y del 64% en 2021, lo que confirma que el tramo de 65 a 69 años concentra de forma sostenida las tasas más altas de participación del electorado chileno.
Si bien la edad sigue siendo uno de los predictores más robustos de la participación política formal, el reporte identifica una convergencia generacional en la última década: las personas más jóvenes (18 a 19 años) registraron aumentos sostenidos en su participación, pasando de un 29 en en 2013 a un 41% en 2021 para la primera vuelta. En contraste, los tramos de población mayor (60+) mostraron una disminución paulatina en las tasas de participación en primera vuelta, en parte, influida por el impacto de la pandemia de Covid-19. La reducción de la brecha generacional en la participación electoral se explicaría por la reactivación del voto joven en contextos de alta movilización, mientras la participación de las personas mayores se mantiene en niveles consistentemente altos.
Aun cuando las personas mayores exhiben una fuerte adhesión al deber cívico, la desconfianza institucional se mantiene elevada en todos los grupos etarios. Por ejemplo, el 80,7% de los mayores de 60 años reporta “nada” o “poca” confianza en el Congreso. No obstante, a diferencia de los jóvenes, su participación política tiende a estar menos condicionada por la satisfacción con la democracia y más asociada a una convicción de responsabilidad ciudadana.
El reporte también pone foco en la cuarta edad, es decir, personas 80+, donde la participación disminuye significativamente, llegando al 27% en la primera vuelta de 2021. Esta menor participación no se explicaría sólo por limitaciones físicas, sino por una combinación de factores, entre ellos la motivación y la autoeficacia política, el acceso a información y el apoyo social o práctico disponible. En este sentido, la asistencia y el acompañamiento —por parte de familiares, redes cercanas o personas cuidadoras— pueden marcar la diferencia entre votar o abstenerse, especialmente en edades más avanzadas.
“El envejecimiento de la población está transformando la agenda pública. Por esto, es importante que las voces y necesidades de las personas mayores estén efectivamente representadas. El reporte muestra la relevancia del voto de las personas mayores y la importancia de avanzar hacia una mayor convergencia generacional en la participación política. Esto contribuye a fortalecer la agencia política y la legitimidad del sistema, reconociendo que, más allá del peso electoral de este grupo, el desafío es construir una mirada de propósito común y compromiso intergeneracional”, señala Valentina Jorquera, investigadora y coordinadora del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo.”
“La longevidad no es solo un tema de salud o pensiones, es también un fenómeno de relevancia política y social. Las personas mayores son hoy el bloque de votantes más numeroso y constante en Chile. Esto demanda que la clase política, y toda la sociedad, integre de manera profunda sus necesidades, experiencias y visiones en la agenda pública”, afirma Mauricio Fasce, Gerente General de Confuturo.
Para asegurar que la fuerza electoral de la población mayor continúe activa, el reporte recomienda: acceso simplificado a la información electoral a través de canales tradicionales como prensa, TV o radio y digitales adaptados; apoyo logístico en la votación, asegurando que los locales de votación se mantengan cercanos a los puntos de residencia, especialmente en zonas rurales o de alta concentración de personas mayores, además de fomentar el apoyo logístico desde las comunidades, mediante redes vecinales o municipales que faciliten el traslado y acompañamiento de personas mayores, especialmente aquellas en situación de movilidad reducida. También, se destaca fortalecer la autoeficacia política y la confianza institucional a través de transparencia, rendición de cuentas y programas de educación cívica; fomentar la participación en espacios más allá del voto, como consejos vecinales y mecanismos de consulta ciudadana.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerSegún el último reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo:
Personas sobre 60 años serán el grupo etario más numeroso en 2044
Santiago, 4 de noviembre de 2025.– El Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo presentó su más reciente reporte, “Chile Envejece: Dinámicas demográficas recientes y desafíos para el futuro“, un análisis detallado de la transición demográfica del país a la luz de los datos del Censo 2024. El estudio revela destaca que Chile se consolida como una de las sociedades más envejecidas del Cono Sur, un fenómeno que plantea urgentes desafíos y nuevas oportunidades.
El reporte revela que el país experimenta un envejecimiento acelerado y singular. La población de 60 años o más alcanzó el 19,8% en 2024, casi duplicando su proporción respecto de 1992, cuando representaba el 9,8%. Este crecimiento ha sido particularmente pronunciado en los grupos de mayor edad, con la población de 80 años o más, también conocida como la “cuarta edad”, pasando de 176 mil en 1992 a más de 590 mil en 2024. Con estos datos, Chile se ubica en una etapa de “envejecimiento avanzado” y se proyecta que ingresará a la categoría de “envejecimiento muy avanzado” entre 2027 y 2028.
Esta transformación etaria ha reconfigurado la estructura demográfica del país. Mientras que la pirámide poblacional de 1992 era progresiva (forma piramidal), reflejo de una alta natalidad, el Censo 2024 muestra una estructura más estacionaria, con una base angosta y un ensanchamiento en los tramos de edad media y adulta mayor. El nuevo estudio proyecta un punto de inflexión en 2044, cuando el grupo de personas de 60 años y más se convertirá en el segmento etario más numeroso, superando en número a los tramos de 40 a 59 años, 20 a 39 años y 0 a 19 años, con un total estimado de más de 6,2 millones de personas.El nuevo estudio proyecta un punto de inflexión en 2044, cuando el grupo de personas de 60 años y más se convertirá en la cohorte más numerosa, superando los 6,2 millones de personas mayores.
El envejecimiento no ocurre de manera homogénea. Mientras que la mayoría de las comunas, 279 en total, experimentan un crecimiento poblacional con envejecimiento, 81 comunas —principalmente pequeñas y aisladas— pierden población joven y, al mismo tiempo, ven un aumento en la proporción de personas mayores. En tanto, comunas del litoral central, como El Tabo y Algarrobo, registran un envejecimiento acelerado impulsado por la llegada de personas mayores que buscan mejor calidad de vida.
Un aspecto clave del análisis es la feminización del envejecimiento. En 2024, el índice de feminidad para personas de 80 años y más alcanzó 166,7, lo que significa que por cada 100 hombres en este grupo etario hay casi 167 mujeres. Esta mayor presencia femenina en edades avanzadas, sumada al incremento de la longevidad, subraya la necesidad de políticas públicas con enfoque de género y adaptadas a los desafíos de los cuidados de largo plazo.
Valentina Jorquera, Investigadora y Coordinadora del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, enfatiza que el envejecimiento no debe verse como un problema, sino como una expresión del desarrollo, que requiere una visión estratégica. “Este reporte es una invitación a asumir el desafío de construir un país preparado para la longevidad, con políticas públicas que aseguren bienestar y sostenibilidad social. La feminización de los grupos más longevos y la heterogeneidad territorial muestran que las estrategias deben ser diferenciadas y adaptadas a las realidades locales. Mirando hacia el futuro, la clave está en transformar el envejecimiento en una oportunidad para fortalecer la cohesión social, aprovechar la experiencia de las personas mayores y garantizar una sociedad inclusiva y resiliente frente a los cambios demográficos”. El documento llama a integrar este fenómeno en la planificación urbana, los sistemas de salud y las políticas de protección social, reconociendo la diversidad de las realidades territoriales del país.
Por otro lado, Mauricio Fasce, Gerente General de la Compañía de Seguros de Vida Confuturo, afirma que “En Confuturo creemos firmemente que la longevidad debe ser sinónimo de oportunidades. Las personas mayores no solo son una mayoría creciente en nuestro país, sino también una fuente invaluable de experiencia y conocimiento. Por eso, promovemos que quienes puedan y quieran seguir activos laboralmente, tengan las herramientas y espacios para hacerlo. Invitamos tanto al mundo público como privado a sumarse a esta visión, fomentando la participación laboral y la creación de entornos intergeneracionales que enriquezcan a los equipos y fortalezcan el tejido social del país.”
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerSantiago, 27 de junio de 2025. El último reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, llamado: “Soledad No Deseada y Aislamiento Social en la Vejez: Prevalencia, Factores de Riesgo y Estrategias de Acción”, analiza estas temáticas, demostrando un impacto significativo en la población mayor, explorando sus definiciones, factores asociados y entrega posibles estrategias para poder abordarlas de mejor manera.
De acuerdo con el informe, en Chile, la soledad no deseada afecta al 49,2% de los adultos mayores, y el 55,5% presenta un alto riesgo de aislamiento social, mientras que un 30,7% experimenta ambos problemas simultáneamente. Uno de los indicadores más preocupantes es que un 28% de las personas mayores reportan tener solo una o dos personas cercanas en su red, lo que las deja particularmente expuestas a situaciones de aislamiento.
El estudio recalca la importancia de distinguir entre la sensación de soledad -que es una percepción subjetiva de falta de compañía-, y el aislamiento social, que implica una pérdida o ineficacia de las redes para brindar apoyo práctico. Esta distinción es clave para comprender sus efectos diferenciados: mientras la soledad está más asociada a la salud mental y el bienestar emocional, el aislamiento se relaciona con consecuencias físicas y sociales.
Es por lo anterior que ambos fenómenos han sido indicados como factores de riesgo de morbilidad y mortalidad, lo que refuerza la importancia de afrontarlos desde una perspectiva de salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la soledad no deseada y el aislamiento social aumentan el riesgo de demencia en un 50%, el riesgo de infarto o enfermedades cardiovasculares en un 30%, y el de muerte prematura en un 25%.
En Chile, los resultados de la Encuesta de Bienestar Social 2023 del Ministerio de Desarrollo Social y Familia muestran que un 9,3% de la población mayor de 18 años se siente sola “siempre o casi siempre”, y un 25,4% lo experimenta “a veces”. La mayor prevalencia se da en el grupo de 45 a 59 años (10,7%), lo que demuestra que la soledad no es exclusiva de la vejez, aunque el aislamiento sí lo es.
Respecto a éste último, el informe del Observatorio revela que el aislamiento tiende a aumentar con la edad, alcanzando su punto más alto en el grupo 80+, con una prevalencia 14 puntos porcentuales mayor que en el grupo de 60 a 69 años. Además, existen importantes brechas educativas: las personas con solo enseñanza básica presentan un riesgo de aislamiento 11 puntos mayor que quienes tienen enseñanza media, y 23 puntos mayor que quienes completaron educación superior.
Cabe destacar que, tanto en la experiencia de la soledad como el aislamiento social en las personas mayores, está influienciada por factores como el sexo, el estado civil, el nivel educativo, la convivencia y la percepción de salud. En cuanto a la soledad, las mujeres reportan una mayor prevalencia, sin embargo esto también depende de si viven acompañadas, tienen pareja o cómo evalúan su salud. Un 65,5% de los hombres sin pareja se siente solo, frente al 33% con pareja. En mujeres, la diferencia es menor: 58,5% sin pareja y 45,3% con pareja.
Respecto a la cohabitación: Un 65,1% de los hombres que viven solos experimenta soledad, frente a un 38,4% de quienes viven acompañados. Entre las mujeres, la tendencia es similar, aunque con una brecha menor: 60,7% de quienes viven solas reportan soledad, frente al 50,4% de las que viven acompañadas. Los datos indican que vivir acompañado marca una diferencia en la prevalencia de la soledad, especialmente en los hombres.
La salud también influye. En hombres, sólo un 34,5% de quienes evalúan su salud como buena se siente solo, frente a más del 59% entre quienes la consideran regular o mala. Para las mujeres, estas cifras ascienden al 43,5% y 62,3%, respectivamente. A peor salud, más soledad reportada, especialmente en mujeres.
El aislamiento también muestra tendencias similares: Entre los hombres, la prevalencia de aislamiento es 9 puntos porcentuales mayor en quienes no tienen pareja, 58,8%, en comparación con aquellos que sí la tienen 49,7%. Esta diferencia no se observa en las mujeres, en quienes el tener o no pareja no parece modificar de forma significativa el riesgo de aislamiento.
La salud también marca una distinción. Entre las mujeres que reportan buena salud, el riesgo de aislamiento es considerablemente menor que entre aquellas que perciben su salud como mala, con una diferencia de 14,8 puntos porcentuales. En el caso de los hombres, la brecha también es significativa, aunque algo menor, alcanzando los 10,7 puntos.
Mauricio Fasce, gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, comenta que: “a través de la alianza que establecimos desde hace 5 años con la Universidad Católica, nos hemos propuesto contribuir con información de calidad respecto de la realidad de las personas mayores en el país, que apoye la toma de decisiones en el mundo público y privado, con el objetivo de promover mejoras en su calidad de vida y bienestar”.
En la misma línea, Macarena Rojas, directora de gestión del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, menciona que “este nuevo reporte nos entrega información relevante sobre un tema fundamental y de creciente preocupación en Chile y en el mundo. Especialmente porque tiene que ver con el bienestar subjetivo y calidad de vida de este segmento. Esperamos que este reporte, al igual que los anteriores, contribuya a que las autoridades del mundo público y privado puedan conocer la realidad de las personas mayores al momento de crear nuevas políticas, e iniciativas que promuevan el bienestar y la calidad de vida”.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerEn el país, 1 de cada 2 personas mayores de 60 años reportan tener hipertensión, mientras que un 27% declara vivir con diabetes, un 21,5% con dolor crónico y un 14,6% con depresión. Además, un 16% de este grupo señala consumir seis o más medicamentos de manera regular.
Santiago, 27 de marzo de 2025. El último reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, llamado: “Viviendo con Enfermedades Crónicas: Perspectivas desde la Población Mayor” revela el impacto que tiene la morbilidad en las personas mayores en Chile, así como desafíos en su tratamiento y calidad de vida.
Según el informe, un 52,4% de las personas mayores de 60 años en Chile reporta sufrir hipertensión, un 27% diabetes y un 21,5% enfermedades asociadas al dolor crónico. Además, este segmento puede enfrentar multimorbilidad con más de cinco enfermedades crónicas, aumentando la complejidad del tratamiento y los costos asociados.
En Chile, un 29,2% de la población de personas mayores reporta una enfermedad crónica, mientras que un 22,7% reporta dos, un 12,6% reporta tres, y un 10,2% reporta cuatro o más enfermedades.
Existen diferencias entre hombres y mujeres. Mientras un 32,1% de los primeros no reporta enfermedades crónicas, esta cifra disminuye a un 20% para el género femenino. Éste a su vez, tiende a presentar un mayor número de enfermedades, donde un 6,3% reporta padecer 4 o más, frente a un 13,4% en el sexo femenino.
El reporte también destaca la problemática de la polifarmacia, dando cuenta que un 16% de los adultos mayores consume seis o más medicamentos regularmente. Además, el gasto en salud para hogares con personas mayores asciende a $125.953 mensuales, lo que se refleja en un 10,7% del presupuesto total, y a pesar del sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES), aún persisten barreras en el acceso a medicamentos y de especialistas, principalmente en zonas rurales y regiones.
Según la Encuesta de Calidad de Vida 2022, el 60% de los adultos mayores en Chile declaran estar muy preocupados por la posibilidad de llegar a depender de otras personas. Por su parte, los entrevistados del informe ratifican esta preocupación y la vinculan directamente con la importancia de mantener sus tratamientos.
El informe también incorpora una dimensión cualitativa, que profundiza en las experiencias de vivir con enfermedades crónicas desde la perspectiva de las personas mayores. Los testimonios recabados evidencian que el diagnóstico no solo afecta la salud física, sino también el bienestar emocional, generando incertidumbre sobre la autonomía futura. La calidad de la relación con el equipo médico, el apoyo familiar y la adopción de rutinas de autocuidado emergen como factores centrales para sobrellevar una condición de salud crónica. Además, los entrevistados destacan la importancia de fortalecer las políticas públicas que promuevan el envejecimiento activo y mejoren el acceso a servicios de salud oportunos y de calidad.
El gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, Christian Abello, comenta que “el envejecimiento de la población es un desafío que nos acompañará de manera progresiva, y contar con información respecto a las diversas temáticas relevantes para este segmento, como es la realidad que viven en el ámbito de la salud y las patologías que los afectan, creemos como compañía que es fundamental para poner el tema en relevancia y que tanto el mundo público como privado considere esta información para tomar más y mejores decisiones en materia de programas sociales y políticas públicas, de manera de contribuir a un envejecimiento activo y saludable de nuestra sociedad”.
En la misma línea, Macarena Rojas, directora de gestión del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, menciona que “este nuevo reporte nos entrega información clave para entender las necesidades que tienen las personas mayores en nuestro país en materia de salud, y da cuenta de la compleja situación que enfrenta un importante porcentaje de ellas, lo que a su vez tiene repercusiones en términos emocionales y económicos, relevando la importancia de mirar estos temas como multifactoriales, ya que requieren de un trabajo mancomunado para que existan soluciones realmente efectivas que permitan garantizar una mejor atención en salud y promover el bienestar de este grupo etario”.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerSantiago, 20 de enero de 2025. El reporte más reciente del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, llamado: “Personas mayores de 50 años al aula: Tendencias de participación en espacios de educación formal”, analiza la participación de personas mayores de 50 años en la educación formal en Chile, considerando datos como la alfabetización, los niveles educativos alcanzados, las modalidades de enseñanza y las diferencias de género.
El estudio menciona que las personas mayores presentan niveles educativos más bajos en comparación con generaciones más jóvenes. Esto se ve reflejado en la Encuesta CASEN 2022, en donde un 3,1% de las personas entre 55 y 59 años no sabe leer o escribir, cifra que va aumentando con la edad, alcanzando un 13,8% en el grupo de 80 años o más. En personas mayores de 60, el analfabetismo alcanza el 15,4% en zonas rurales, mientras que en áreas urbanas disminuye en casi 10 puntos porcentuales. Esta condición está estrechamente relacionada con la pobreza, profundizando desigualdades estructurales.
Además, se comenta también que la matrícula de mayores de 50 años en educación superior creció un 157% entre 2013 y 2024, alcanzando casi 27 mil estudiantes, siendo los institutos profesionales los que concentran el mayor porcentaje de inscritos, con un 42,3%, seguidos de universidades privadas con un 27,9%. Esta realidad plantea un nuevo desafío: la intergeneracionalidad en el aula, la que, a pesar de sus beneficios, como el fomento de aprendizajes mutuos, también presenta barreras, como es la adaptación tecnológica y los prejuicios relacionados con la edad.
Existen varias motivaciones de personas mayores de 50+ para volver a estudiar, como la mejora de oportunidades laborales, realización personal y socialización, entre otras, sin embargo, también se encuentran obstáculos como la escasez de tiempo, limitaciones tecnológicas, costos, discriminación etaria y falta de programas adecuados.
Sin embargo, el sistema educativo chileno ha desarrollado diversas modalidades y programas de reescolarización, englobadas en lo que se conoce como Educación para Personas Jóvenes y Adultos (EPJA). Estas iniciativas buscan proporcionar vías flexibles para que las personas mayores de 18 años, con escolaridad incompleta o sin educación formal, puedan completar sus estudios.
También existen otras iniciativas, como el Plan de Alfabetización Contigo Aprendo, que se inició en 2020 y que está dirigido a personas mayores de 15 años que sepan leer y escribir, pero que no hayan asistido a la escuela o completado sus estudios básicos; o el Programa Aprende Mayor, enfocado a personas mayores de 60 años que buscan completar su educación básica, el cual es gratuito, de alcance nacional y liderado por SENAMA, MINEDUC y Banco Santander.
Esto ha generado un aumento considerable en el número de beneficiarios de programas educativos dirigidos a personas mayores de 50 años. En los últimos 12 años, estos programas han registrado un crecimiento del 364% en su cobertura, pasando de 9.154 a 42.478 beneficiarios en 2024.
Para Christian Abello, gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, “este nuevo reporte revela la importancia de la continuidad de los estudios en todas las generaciones, especialmente considerando el impacto que ésta puede tener en la trayectoria de vida de las personas y -a su vez- en su bienestar. Por ello, en Confuturo desde el año 2020 desarrollamos un Portal de Formación gratuito, abierto a toda la comunidad, pero con especial foco en temáticas de interés del segmento 60+, donde ofrecemos más de 45 cursos a través de los cuales buscamos que las personas puedan adquirir nuevas herramientas para su día a día y así contribuir a mejorar su calidad de vida”.
En la misma línea, Macarena Rojas, directora de gestión del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, comenta que “la educación superior no solo enriquece el desarrollo personal, sino que promueve la integración intergeneracional y refuerza la cohesión social. Es esencial fomentar políticas que faciliten el acceso y permanencia de los mayores en estas instancias formativas”.
El informe subraya la importancia del aprendizaje a lo largo de la vida para garantizar un envejecimiento activo, reducir desigualdades y fortalecer el tejido social.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerSantiago, 25 de octubre de 2024. El reporte más reciente del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, llamado: “Población Mayor: Fuerza votante”, analiza la participación de personas mayores en los procesos eleccionarios en Chile, tanto en relación con cómo ejercen su derecho a voto, así como en su presencia en candidaturas y cargos de representación política.
El estudio arroja que, considerando el contexto de la diversidad territorial y etaria de Chile, las personas entre los 60 y 74 años son las que presentaron los niveles más altos de participación.
Un ejemplo de lo anterior se observó en las elecciones municipales del año 2021, donde se evidenció que la mayor proporción de votantes se concentró en los grupos etarios de entre 60 y 74 años, con un peak en el grupo de 65 a 69 años. En la primera vuelta, el 56,4% de las personas de este rango ejerció su derecho a voto, mientras que, en la segunda vuelta, la cifra aumentó a 64,1%.
Sin embargo, las estadísticas muestran que personas mayores no mantienen esta participación cuando se trata de espacios de debate formal, ya que, en proporción de candidatos por grupo etario, y observando las próximas elecciones del sábado 26 y domingo 27 de octubre de 2024, para el cargo de alcaldes sólo un 17% de los candidatos tienen entre 60 y 69 años, mientras que el 4,8% corresponde a personas mayores de 70 años, y esta cifra se reduce a un 0,3% en el tramo de 80 años o más.
Además, estas cifras disminuyen aún más en otros cargos de elección democrática. Por ejemplo, para candidatos a concejal, un 14,3% tiene entre 60 y 69 años, mientras que el 4,3% se encuentra en el grupo entre 70 y 79 años. Por otro lado, en cuanto a Gobernaciones Regionales, el 14,9% de los candidatos corresponden a 60+, y tan solo un 2% tiene entre 70 y 79 años.
En términos de tasas, esto implica que, por cada 100.000 habitantes pertenecientes al segmento de personas mayores, sólo hay 90,2 candidatos, mientras que en el segmento de 18 a 59 años esta cifra se incrementa a 123,7 candidaturas.
Christian Abello, gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, comenta que “una vez más somos testigos de la importancia de mirar a este segmento de la población, el cual dado el cambio demográfico que experimenta el país, crecerá de manera importante los próximos años. Por ello, se vuelve fundamental el compromiso de las municipalidades y los gobiernos locales, con las personas mayores, implementando programas o impulsando políticas públicas que reconozcan sus necesidades y contribuyan a mejorar su bienestar y calidad de vida, propósito que compartimos como Compañía”.
En la misma línea, Macarena Rojas, directora de gestión del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, explica que “es esencial visibilizar el envejecimiento a nivel comunal. Actualmente, de las 346 comunas registradas en Chile, el 23,1% -lo que corresponde a unas 80 comunas- tiene una población mayor que representa al menos el 25% de su comunidad total. Y las proyecciones para el año 2035 sugieren que este porcentaje aumentará significativamente, alcanzando el 73,7%, lo que significa que 255 comunas tendrán una población mayor equivalente a un cuarto o más de sus habitantes”.
De acuerdo con el reporte, un 27% del padrón electoral total de las elecciones de los días 26 y 27 de octubre de este año, corresponde a personas mayores de 60 años, lo que refleja una alta presencia de este segmento etario en las votaciones.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerLa tasa de ocupación de la población mayor había crecido del 28% al 36%
entre 2010 y 2019, sin embargo, se redujo drásticamente a un mínimo
histórico del 27% durante la pandemia, según datos de la Encuesta
Nacional de Empleo.
Santiago, 14 de octubre de 2024. El reporte N°32 “Empleo formal después
de la edad legal de jubilación ¿una realidad minoritaria?” del Observatorio
del Envejecimiento UC-Confuturo, analiza la realidad nacional del empleo en las
personas mayores, luego de la edad legal de jubilación. Esto, en un contexto
marcado por el envejecimiento progresivo de la población.
El nuevo reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo analiza las
cifras de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) durante el periodo que va del
año 2010 al 2023, específicamente en lo que respecta a la participación de las
personas mayores de 60 años en la población ocupada, la cual ha crecido 8,8%
en los últimos 13 años, completando así un 12,7% del total de ocupados hoy en
día.
Para el trimestre junio-julio-agosto de 2024, hay más de un millón de personas
mayores de 60 laboralmente activas, sin embargo, esta mayor participación
laboral de personas mayores no se da en iguales proporciones entre el empleo
formal e informal, si se compara con los otros rangos etarios.
Al analizar el período que va entre los años 2019 y 2024, según la ENE, las tasas
de ocupación informal tienden a ser menores al 30% para el caso de población
entre 50 y 59 años, mientras que, para personas entre 60 y 64 años, ésta
aumenta a un 34%. Luego de los 65 años este índice alcanza un 53%, y
aumenta a 63% para el caso de los mayores de 70 años.
El empleo informal corresponde a todo trabajo remunerado, tanto autoempleo
como empleo asalariado, que no esté registrado, regulado o protegido por
marcos legales o normativos, así como también trabajo no remunerado llevado a
cabo en una empresa generadora de ingresos. Es decir, las personas en la
medida que envejecen se ven expuestos a empleos de peor calidad.
El gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, Christian Abello,
comenta que “parte de nuestro compromiso con contribuir a mejorar el bienestar
y la calidad de vida de las personas mayores del país, tiene que ver con
promover espacios para que el talento senior siga estando presente en la
organización, dado el valor que brindan en términos de experiencias y
conocimientos, así como también en el bienestar de quienes deciden mantenerse
activos laboralmente. Y conocer la realidad que existe respecto a este tema con
una mirada centrada en las personas 60+, creemos que es fundamental para
promover tanto en en el mundo público como privado, mayores y mejores
alternativas respecto a esta temática”.
En la misma línea, Macarena Rojas, directora de gestión del Observatorio del
Envejecimiento UC-Confuturo, explica que “viéndolo desde una mirada regional,
las mayores tasas de ocupación laboral luego de la edad legal de jubilación se
registran en la Región de Aysén con un 41%, mientras que la menor se
encuentra en Los Lagos con 17%. Para ocupados informales, La Araucanía
mantiene la mayor tasa de ocupación informal luego de la edad legal de
jubilación con un 60%, mientras que Magallanes presenta solo 33%. A su vez,
Los Ríos y Metropolitana cuentan con las tasas más altas de desempleo, con 7%
y 6% respectivamente.”
De acuerdo con el reporte, en general, en Chile, la mayor proporción de
personas ocupadas informalmente después de la edad legal de jubilación
corresponde a mujeres, con un nivel educativo medio-bajo y que reside en zonas
rurales.
En el caso de las mujeres, la caída en la formalidad se detecta luego de la edad
legal de jubilación, en los grupos etarios posteriores a los 60 años, ya que, si el
69% de las mujeres entre 55 y 59 años ocupadas lo hacen de manera formal,
para aquellas entre 60 y 64 años este cae al 54%. Y solo el 36% de las
ocupadas de 70 años o más, lo hacen en empleos formales.
El informe además explica que, según evidencia internacional, la decisión de
mantenerse activo laboralmente después de la edad de jubilación está
influenciada por factores socioeconómicos, de salud y trayectoria laboral previa,
sin embargo, en contextos de alta informalidad laboral como en Chile, esta
decisión también se ve marcada por la precariedad y la falta de oportunidades
en empleos de calidad, repercutiendo en la seguridad económica de los
individuos como en la sostenibilidad de los sistemas de protección social.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de
Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar
información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que
permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez
y el envejecimiento de los chilenos.
El reporte N°31 “Dinámicas de cuidado de nietos en población mayor: Ser abuelos hoy” del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, analiza la realidad nacional de las personas mayores que son abuelos, respecto de este rol y los principales factores que pueden convertir esta responsabilidad en una experiencia negativa o positiva.
Se detalla que, de manera subjetiva, se genera un estado de mayor bienestar cuando los abuelos perciben una relación de calidad con al menos un nieto, combinado con una frecuencia de contacto intermedia o alta con ellos. Además, las actividades realizadas en conjunto, especialmente aquellas ligadas a sentir que son un aporte a su entorno y la comunidad, logran aumentar esta sensación positiva en las personas mayores.
Por otro lado, se presenta como una experiencia negativa cuando existe una obligación de cuidar, ya sea de forma explícita o mediada, por falta de recursos para el cuidado, el cansancio físico y la percepción de sus pares, generando así efectos en la salud física y mental de los abuelos.
El gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, Christian Abello, comenta que “en nuestro compromiso con contribuir a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas mayores del país, creemos que es fundamental poner a disposición de la comunidad -y en particular de quienes pueden aportar en temas de incidencia en políticas públicas- las distintas realidades que existen en el segmento 60+, ya que sólo así se podrán crear las medidas adecuadas para que la población en Chile -que está cada vez más envejecida- pueda vivir un proceso de vejez de manera activa y positiva, y el tema de trabajo, ya sea remunerado o no, como es el caso de cuidado de nietos, es un gran aspecto a analizar”.
En la misma línea, Macarena Rojas, directora de gestión del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, explica que “es crucial reconocer el importante aporte que realizan y apoyar la autonomía y el bienestar de aquellas personas mayores, que ejerciendo su rol de abuelos se encuentran intensamente al cuidado de nietos, de manera que puedan disfrutar de forma equilibrada y gratificante esta labor, sin comprometer su propia salud mental y bienestar”.
De acuerdo con el reporte, en general, más del 50% de los abuelos en Chile no cuidan a sus nietos o lo hace de forma esporádica, mientras que un 28% de ellos lo hace de manera intensiva, es decir, todos o casi todos los días. Por otro lado, sólo el 14% realiza apoyo en el cuidado de forma intermedia, que va de una vez a la semana, a una vez al mes.
Según datos de la Encuesta de Calidad de Vida UC del año 2022, un 80% de las personas mayores que cuidan con una intensidad intermedia, se declara satisfecha o muy satisfecha con su vida, lo que disminuye a 73% para quienes ejercen labores de cuidado con frecuencia de mayor intensidad; y 72% en quienes mantienen una frecuencia baja o nula de cuidados.
La Doctora en Sociología, académica del Instituto de Sociología UC y directora del Centro UC Estudios de Vejez y Envejecimiento, María Soledad Herrera, afirma que “mantenerse en contacto con los nietos tiene muchos beneficios, en términos de no sentirse solos, de aprender tecnología, de mantenerse conectados, acompañados, apoyados […] El hecho de sentir que se está dando algo, que se está aportando en algo, que se está dejando un legado a las nuevas generaciones, también es algo que psicológicamente es positivo”. “Si hay ese sentimiento de reciprocidad y no de abuso del cuidado, que sería esa situación en la que sólo doy pero no recibo, eso finalmente es positivo para las personas”.
El informe además explica que parte de las razones para que los abuelos cuiden y críen a sus nietos, en especial a aquellos infantes y en edades preescolares, se relaciona con la disponibilidad de recursos y opciones de cuidado formal que puedan compatibilizar los horarios laborales de los padres. Además, se destaca que una abuela mujer, entre 60 y 69 años, muestra una mayor relación con cuidar de forma intensiva.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
VerEl 15 de abril de 2024 se aprobó el proyecto de ley “Acceso a Internet como un servicio público de telecomunicaciones”, que busca garantizar su acceso universal, medida que se encuentra dentro del Plan Brecha Digital Cero, el cual se impulsa en un contexto donde la inclusión digital es clave para asegurar acceso a las personas, siendo el segmento 60+ uno de los grupos donde se debe poner foco.
El más reciente informe publicado por el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, llamado “Población mayor: ¿Hacia la superación de la brecha digital?”, analiza el nivel de acceso de las personas mayores en Chile a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y desarrolla cinco recomendaciones para lograr reducir dicha brecha digital en ese segmento etario.
De acuerdo con el reporte, actualmente el 88% de las personas mayores afirman tener acceso a Internet en sus hogares, el 83% posee teléfonos con conexión a Internet y el 35% cuenta con tablets con conexión. Al mismo tiempo, un 89% de las personas 60+ declara tener un teléfono celular de los cuales un 51% corresponde a un smartphone. Es decir, solo la mitad de este grupo etario cuenta con un dispositivo inteligente.
Mirando más en detalle, el informe explica que “si bien las cifras indican una expansión en el acceso a Internet, este fenómeno no se distribuye de manera uniforme entre la población mayor, por el contrario, éste sigue estando significativamente ligado a variables socioeconómicas y de edad”.
Así, al momento de identificar a la población mayor sin acceso a Internet, se puede decir que el 76% corresponde a personas con educación básica completa o menos, el 75% pertenece a los primeros dos quintiles de ingreso autónomo per cápita del hogar, más de la mitad (53%) son mujeres, y cerca de un tercio (29%) tiene más de 80 años.
En términos geográficos, el reporte muestra que existen zonas donde residen personas mayores donde el porcentaje sin acceso a Internet es aún mayor. Entre éstas, se encuentran las regiones de Ñuble (20.9%), Maule (20.4%) y Los Lagos (20.5%), donde 1 de cada 5 hogares con al menos una persona mayor no cuenta con conexión a Internet.
Macarena Rojas, directora del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, explica que “la brecha digital va más allá del mero acceso a equipos básicos y a la conexión a Internet. En la actualidad, se destaca la importancia del uso efectivo de las tecnologías digitales y las habilidades necesarias para ello. Así, y aunque el acceso a Internet ha experimentado un notable aumento en los últimos años, la brecha digital en cuanto a su uso sigue siendo significativa, ya que sólo el 42% de las personas mayores declara utilizar Internet”.
Entre los principales usos que le da el segmento 60+ a esta tecnología se encuentran la búsqueda de información, especialmente en temas de salud (28%), y los usos instrumentales, como operaciones bancarias en línea, trámites y pagos de cuentas (29%).
Es ahí donde cobran mayor relevancia conceptos como la autoeficacia digital, que consiste en la percepción que se tiene sobre las propias capacidades para manejar las tecnologías digitales. Es decir, las personas -al sentir que no saben manejar estas tecnologías- no las utilizan.
Por ello, según se explica en el reporte, las políticas internacionales de inclusión digital para la población mayor se centran en el desarrollo de habilidades digitales y en el manejo de herramientas tecnológicas cotidianas, con el objetivo de aumentar la confianza en la tecnología.
Para Christian Abello, gerente general de Confuturo, “reducir la brecha digital en este segmento etario se vuelve fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Estudios recientes han subrayado su impacto positivo en la reducción de la soledad y el aislamiento social, así como también su importante rol en la integración social, política y económica en un entorno digital en constante evolución. Por ello, en Confuturo hemos querido contribuir a través de capacitación gratuita en estas materias, mediante nuestro Portal de Formación, donde cualquier persona -sea o no cliente de la Compañía- puede aprender, por ejemplo, a crear un correo electrónico, a navegar en Internet o a utilizar WhatsApp, entre otros”.
Las cinco recomendaciones del reporte
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.
Ver● El reporte más reciente del Observatorio del Envejecimiento UC- Confuturo: “Envejecer en la ruralidad: explorando una realidad invisibilizada” trata este fenómeno, en el cual la presencia de menores de 15 años va a la baja en el mundo rural.
● Actualmente, más de 545.000 personas mayores viven en zonas rurales del país, y se espera que para el 2035 la cifra aumente hasta los 713.000.
Santiago, 11 de abril de 2024.
El último reporte del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo: “Envejecer en la ruralidad: explorando una realidad invisibilizada”, aborda las dificultades que enfrentan las personas mayores de 60 años que viven en zonas alejadas de los centros urbanos, y cómo el crecimiento exponencial de este grupo etario en la ruralidad genera grandes desafíos en términos de políticas públicas.
De acuerdo con el estudio, en la actualidad las zonas rurales de Chile presentan un mayor envejecimiento de su población comparado con las zonas urbanas del país. En base a cifras levantadas del CENSO 2017, más del 14% del segmento 60+, es decir, cerca de 545.000 personas, viven en zonas rurales y se espera que para el 2035 la cifra aumente hasta las 713.000 personas.
Esta situación se suma a que, de acuerdo a las proyecciones demográficas, el envejecimiento de la población rural avanzará a pasos más acelerados que a nivel total del país. De este modo, si al 2024 existen 139,4 personas mayores por cada 100 niños menores de 15 años en zonas rurales, en 2035 esa cifra aumentaría a 212 por cada 100 menores. Es decir, la población mayor de 60 años duplicará a los jóvenes bajo 15 años en 2035 en dichas localidades. Lo anterior dista de la realidad urbana, donde por cada 100 niños menores de 15 años actualmente hay 100,17 personas mayores, proyectándose sólo a 145,9 para el 2035.
Frente a esta realidad, Macarena Rojas, directora del Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo, señala que “hoy sabemos que la velocidad en que estas zonas envejecen es significativamente mayor a sectores urbanos, en parte debido a patrones migratorios de población joven, así como a procesos emergentes de migración de población mayor a sectores rurales. Sea desde trayectorias de vida en la ruralidad, o de su elección como un espacio de vida post jubilación, lo cierto es que una mayor cantidad de personas mayores en sectores rurales exige una mayor comprensión de la realidad de la población
mayor que ahí habita”.
Por su parte, Christian Abello, gerente general de Compañía de Seguros Confuturo, asegura que “el acelerado envejecimiento en el país, sumado a la realidad que vive este segmento en las zonas rurales, debe transformarse en un tema prioritario. Y así como debe haber políticas públicas que aborden este
fenómeno, los diferentes actores de la sociedad debemos lograr ser un aporte frente a este objetivo, a través de alianzas que incluyan a la academia, el mundo público y las empresas que son parte de la seguridad social”.
La realidad rural y la escasez de servicios
El fenómeno se complejiza aún más si se considera que el 33,1% de la población mayor rural vive en pobreza multidimensional, versus el 16,5% de las personas mayores en territorios urbanos. Asimismo, el 20% vive en hogares que carecen de servicios básicos, lo que sólo constituye un 3% de las personas mayores en las ciudades.
De acuerdo con el reporte, la población mayor rural tiene acceso limitado a servicios de transporte, educación y salud. También, se observan brechas considerables en espacios para el esparcimiento, como deportes o áreas verdes, así como equipo comunitario. Un punto crítico es que sólo el 6,4% de la
personas 60+ que habita estas zonas se encuentran cercanas a farmacias. Frente a la dificultad que significa para ellas el tener acceso limitado a bienes y servicios, quienes habitan zonas rurales declaran mantener redes de apoyo en familiares y cercanos, especialmente para las emergencias.
Considerando todos estos elementos, dentro de las conclusiones del reporte se plantea la urgente necesidad de orientar acciones públicas que resguarden la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores en contextos rurales, especialmente de quienes mantienen trayectorias de vida en dichas zonas, y cuya realidad se destaca por la precariedad económica y la falta de apoyo.
Sobre el Observatorio del Envejecimiento UC-Confuturo
El Observatorio del Envejecimiento para un Chile con futuro nace de la alianza entre Compañía de Seguros Confuturo y la Universidad Católica de Chile. Se estableció con el objetivo de visibilizar información relevante sobre los adultos mayores en el país, a través del desarrollo de estudios que permitan sensibilizar
a la opinión pública y revelar tópicos de impacto social relacionados a la vejez y el envejecimiento de los chilenos.